Un poco de historia
Aunque ahora sabes cuán útiles son los tecnicismos médicos, debes tener en cuenta que su forma no obedece sólo a la practicidad. También tiene una historia. Como verás en este objeto, la enorme mayoría de las raíces y sufijos empleados en la formación de términos médicos proviene del griego.
¿Por qué sucede esto? Pues porque los griegos fueron grandes investigadores de la naturaleza y del cuerpo humano: produjeron enormes conjuntos de textos científicos que fueron traducidos y utilizados durante siglos, aun después de que la cultura griega se eclipsara y el mundo occidental ya no comprendiera la lengua de los helenos. Incluso en el esplendor de Roma, si algún latino decidía dedicarse a la medicina, escribía sus notas y tratados en griego.
Grecia clásica
Los primeros textos médicos griegos fueron los tratados de Hipócrates (siglo V a. C.). En la actualidad se conservan muchos de ellos, aunque ahora sabemos que no todos son obras de este famoso médico, sino textos producidos durante los siglos V y IV a. C. por diversos autores.
Época helenística
En la época helenística, después de las conquistas de Alejandro Magno, la ciencia médica avanzó gracias a los experimentos de Herófilo y Erasístrato (siglo III a. C.), que realizaron estudios anatómicos en cadáveres humanos y animales.
Imperio romano
Ya en época romana, continuaron escribiéndose tratados sobre medicina y farmacología en griego. De entre estos últimos destacan las obras de Dioscórides (s. I d. C.) sobre plantas
medicinales y tóxicas, que siguieron utilizándose hasta el siglo XVIII. Pero la verdadera inyección de términos médicos griegos después de la operada por Hipócrates fue la que
llevó a cabo Galeno (s. II d. C.), otro médico de origen griego, que escribió más de 400 obras. Muchas de ellas se perdieron, pero otras fueron utilizadas sistemáticamente a lo
largo de la Edad Media e incluso un poco después, traducidas al árabe y al latín.
Con las invasiones bárbaras al Imperio Romano Occidental, el saber médico griego quedó confinado al Oriente. El griego dejó de usarse en Occidente, salvo en el sur de Italia,
donde el mundo islámico comenzó a incorporar el conjunto de conocimientos médicos reunido por la medicina griega.
Edad Media
Durante parte importante la Edad Media, los árabes fueron los grandes transmisores del saber médico griego, que profundizaron, ampliaron y enriquecieron, traduciendo a su lengua gran parte de los textos clásicos sobre el tema. Una obra fundamental para la ciencia médica fue el Canon de medicina, escrito por el médico persa Ibn Sina (conocido como Avicena) en el siglo XI. La obra consta de 14 volúmenes que siguieron utilizándose hasta el siglo XVIII. En el siglo XII, en Toledo, los textos médicos en árabe comenzaron a traducirse al latín, y este intercambio del mundo occidental con la medicina griega, a través del árabe, continuó hasta el los siglos XV y XVI, cuando empezó a privilegiarse la traducción directa de los textos griegos, dentro de una tendencia llamada “galenismo humanista”. El galenismo humanista propició el desplazamiento del léxico árabe por el griego.
Edad Moderna
El diccionario fundamental de la primera medicina moderna es el Lexicon medicum Graeco-Latinum, escrito en latín por Bartolomeo Castelli en 1607 y actualizado por diversos
autores en siete ediciones. Este diccionario incluye neologismos acuñados durante la revolución científica del siglo XVII y la Ilustración.
Esta es más o menos la historia del gran conjunto de términos que la medicina ha creado y seguirá creando a partir de un conjunto de raíces, prefijos y sufijos grecolatinos.